Las aventuras y desventuras que desde su construcción ha sufrido el mal llamado Centro de Día son imparables y de difícil solución.
La realidad es bien distinta de la que nos han querido contar y el Centro de Día se ha ido transformando en un simple Hogar del Jubilado, con un modelo de gestión de estos que podríamos calificar como “made in Piedralaves”: edificio público con cesión no oficial a la Asociación de Jubilados y con un bar independiente que sale a subasta pública.
El edificio, ocupado con la premura del fracaso del Centro de Día, genera unos gastos desproporcionados de luz y calefacción que han de sufragarse con las ganancias del bar. El bar no da beneficios suficientes ni para pagar el alquiler ni los gastos, así que, anualmente el Ayuntamiento tiene que asumir el descalabro económico de los arrendatarios y volver a sacar la adjudicación de la barra, aún sabiendo que el desastre volverá a repetirse.
Con el fin de atajar esta situación y poner la problemática sobre la mesa, en el pleno ordinario de Enero el grupo de IU presentamos una propuesta que podría servir de comienzo para negociar una solución a este problema. Desde nuestro punto de vista, la conclusión pasa por ceder, oficialmente y por un periodo razonablemente amplio, el edificio a la Asociación de Jubilados y que sea ésta asociación la encargada de gestionar su centro. De esta manera ocurre en pueblos limítrofes, en los que son los propios jubilados los encargados de “sacar” a subasta la barra, contratar a una persona o lo que ellos mismos decidan. En este convenio, el Ayuntamiento debería asumir parte de los gastos que genera el edificio de la misma manera que asume otros gastos públicos y reflejarlos anualmente en sus presupuestos.
En IU estamos dispuestos a dialogar y sabemos que este convenio no será duradero si no tenemos primero las cuentas claras: gastos de mantenimiento, deudas y usos han de ser los puntos fundamentales de la negociación. De la misma manera deducimos que para que el acuerdo funcione todos los implicados debemos estar de acuerdo: Asociación de Jubilados, PP, PSOE e IU.
Lo que no debe seguir ocurriendo es lo que se viene dando en los últimos años: unos jubilados que utilizan un espacio que no está reconocido como suyo; un arrendatario que no es capaz de generar ganancias ni para cubrir gastos y una deuda acumulada que no para de crecer porque el sistema no funciona.